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Cap 4 - El Obsequio del Rey Sin Corona - ATP

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Mensaje por Roma Lun 17 Mar 2008 - 19:21

HOla a todos,

me presento... Soy Roma, la autora del fic. Me enteré hace semanas que Lord Voldemort en persona affraid publicó clandestinamente scratch los primeros capitulos de este fic... Él se disculpó Razz yo encontré otra página más donde publicar Laughing

Asi que ya que me tomé el trabajo de inscribirme a la pagina pensé en publicar yo directamente todos los fics HP que escribí hasta ahora study incluyendo El Obsequio que contiene 24 capitulos y el secuel que se reparte en otros 33 capitulos... más otros dos fics recientes

Como ven la inspiración no falta. Espero que no falten tampoco los comentarios lol!

Un abrazo

Roma


El Obsequio del Rey Sin Corona king


CAP 1
La muerte camina conmigo


Harry Potter no pudo abandonar la la horrible sensación de frío que lo acompañó desde la noche en que volvió de Hogwarts. En su mente, el recuerdo de la blanca tumba de Dumbledore borraba todo lo demas. Perdió el contacto con la realidad y hasta con su propio cuerpo. Necesidades tan triviales como comer y beber no le parecían importantes. Las bandejas de comida iban y venían un dia tras otro sin que él las tocara, ante el horror de sus tios... aterrorizados a la sola idea de que en cualquier momento alguno de sus amigos se apareciera por ahi culpandoles por dejarlo morir de hambre.

Pero Harry no parecia pertenecer a ese planeta. Seguia teniendo la mirada perdida en algun punto imaginario, ajeno a todo. El contenido de su baúl se encontraba esparcido por doquier. Hedwig le daba cariñosas picoteadas en la mano tratando envano de llamar su atención, pero él se limitaba a ofrecerle el contenido de los platos que no probó.

La cantidad de migas y suciedad aumentaba en el cuarto dia a dia ante el horror de la tia Petunia sin que él hiciera el menor esfuerzo para reaccionar.

Harry no supo jamás cuantas horas o dias pasó encerrado e ese cuarto. Hecho una bolita entre las colchas de su cama, focalizó claramente el único pensamiento que, esperaba, lo mantendría cuerdo en los dias y los meses que vendrían: juró que nadie mas se interpondría entre él y Voldemort.

No lo asustaba la idea de su propia muerte. Lo aterrorizaba mucho mas la prespectiva de separarse de otro ser querido. Porque la sensación de vacío se agrandaba mas a cada perdida.

La muerte caminaba con él a cada paso, y como un angel negro y silencioso parecía marcar el compás de su existencia. El amor de sus seres queridos lo habia protegido, quizás, de la muerte corporál. Pero la sensación de derrota se agrandaba mas a cada perdida.

Lo aterrorizaba la idea de quedarse dormido. En sus sueños, seguia merodeando por un jardin lleno de blancas tumbas donde los nombres de Ginny, Ron, Hermione, Neville; Lupin seguian apareciendo ante sus ojos, en un mácabro y silencioso desfile. Cada vez despertaba sintiendo que el vacío a su alrededor se agrandaba mas y mas.

Entro de un mes cumpliría 17 años. Sería considerado un adulto, con todas las responsabilidades que eso conllevaba.
Ser quien era lo obligaba a llevar una carga demasiado pesada sobre sus hombros, desde los 11 años. Desde que una profecía trazó el curso de su vida enlazandola fuertemente al destino del mundo mágico, demasiada gente se interpuso entre él y su destino, para regalarle otro dia... otro año mas.

Pero ¿A que precio?

Una parte de él se desgarró ese dia, quedó entrerrada debajo de esa lápida.

En las últimas horas, Harry supo lo que significaba odiar con toda su alma.

En eso, Voldemort cumplió su deseo.

Dumbledore fue asesinado para quebrar cada dia un poco mas su espiritu. Voldemort sabía que la verdadera fuerza de su mortal enemigo era esa alma que a pesar de tantos sufrimientos permaneció incorrupta. La profecía pesaba sobre él como la espada de Damocles. Se vió obigado a aceptar lo que se venía como algo inevitable, para mantener a salvo sus amigos, y con ellos el mundo que conocía y amaba.

Y aunque su maestro no estaba mas allí para aconsejarle, y Harry se sentía mas como un niño perdido que como un guerrero listo a la batalla, cumpiría con su deber. Era necesario elegír entre lo que era justo, y lo que era fácil.

Se preguntaba: ¿de que sirvió el haber conservado la capacidad de amar que segun muchos, lo hacía mas fuerte que el mismo Voldemort si al final le tocaría llegar solo al final del camino?

Harry, en la niebla de su dolor, eligió no creer que Dumbledore suplicó a Severus Snape para que no lo matara. Debió tener una razón muy poderosa para confiar en él. No era ingenuo.

Harry quería respuestas, y juró encontrarlas a cualquier precio.

Nadie podia quitarle de la cabeza la idea de que el mismo decidió dejarse matar para que Severus Snape pudiera seguir siendo la espía.

Despues de todo, alguien vio Dumbledore y Snape discutir muy animadamente poco antes que todo eso ocurriera.

Él mismo Harry fue obligado a jurar que obedecería a todas sus ordenes, aun que no les encontrara sentido. Fue obligado a envenenarlo para que pudiera llegar al horcrux y aun que descubrieron demasiado tarde que el medallón era falso, Dumbledore siguió actuando como si eso no importara.

Debió tener un plan, y Harry decidió creer que los hilos de esa enmarañada telaraña seguirían tejiendose a su alrededor aun despues de su muerte. Algun dia, todo este dolor tendría un sentido. Antes de morir, la mirada de Dumbledore encontró la suya en una despedida y tal vez, en una muda disculpa.

“Perdoname por dejarte solo en eso... Harry.”

Horas mas tarde, en el funeral se horrorizó al descubrirse capaz de odiarlo por haberlo obligado a presenciar su muerte, paralizado debajo de su capa de la invisibilidad.

Y ese dia - como entonces - no pudo gritar todo el horror que sentía.

Despertando de su estupor, Harry vió que los objetos esparcidos por el cuarto flotaban a su alrededor estrellandose en las paredes, rebotando sobre los estantes.

Otro caso de Magia Accidental para el “eficientisimo” Ministerio de la Magia. En otro momento, hubiera temblado a la idea de que lo castigaran hechandolo del único lugar que alguna vez pudo llamar casa: Hogwarts. Pero sin la sabiduría y protección de Dumbledore, probablemente su amada escuela habría dejado de existir.

No podia decirse lo mismo del eficiente Oficina de Cancelación de la Magia Accidental... en efecto, unos segundos mas tarde, Harry vio cuatro buhos acercarse a la ventana tratando de llamar su atención y aun que reconoció entre ellos el de Ron, no se molestó en abrir para recibirlos. Ellos siguieron revoloteando cerca de la casa.

¡CRAC!

Harry levantó apenas la mirada. Una pequeña silueta apareció en el cuarto ahora en penumbras. Harry no se molestó siquiera en tomar la varita, hubiera reconocido el recien llegado a ojos cerrados.

El intruso hizo el amago de acercarse pero dió un respingo al percatarse de su aspecto.

Harry se levantó lentamente y no se molestó en darle la bienvenida. Sabía que Molly Weasley se desmayaría con solo verlo. No se bañó ni se preocupó de cambiarse por varios dias y su ropa arrugada y sucia colgaba de un cuerpo demacrato y pálido. Parecía un animal salvaje en su guarida.

“¿Harry Potter.... señor?”

“...”

Harry permaneció mudo. Se limitó a observarlo como si creyera que fuera solo una broma de su imaginación.

“Siento mucho verme obligado a molestarla señor... pero.... ¿Está usted enfermo?” - El pequeño elfo se acercó, incierto. - “Albus Dumbledore no hubiera querido verlo asi...”

“Así ¿como?”

“Como si no esperara otra cosa que dejarse morir.” - Respondió el elfo, endureciendo el tono de su voz. Harry lo miró asombrado.. él jamas le habia hablado en ese tono. - ¿Cuando fue la ultima vez que comió algo decente?”

“Eso no importa, Dobby.”

“Importa y mucho. Vine a hablar con usted, y necesito saber si está en condiciones de escucharme, porque de esta charla depende el futuro de mucha gente... incluido el suyo.”

“No me digas ¿otra profecía? ¿Hay otro señor oscuro en mi destino?”

“Mucho mas que eso. Puedo hacer que todo ese dolor tenga sentido.” Dijo Dobby con gravedad.

Harry abrió mucho los ojos. El elfo jamás usaba ese tono de voz. Esa nueva actitud, mas que su mirada lo convenció que tenía que escucharlo. Despues de todo, Dobby jamas hizo algo en contra de sus intereses, y Harry tenia una gran curiosidad para descubrir que pudo haber determinado un cambio tan radical en la actitud de su pequeño amigo.

“Tienes mi atención ahora. Por favor, sientate.”

El elfo sonrió. “Gracias, señor, pero no me quedaré por mucho tiempo. Necesito que me acompañe . Tengo que enseñarle algo. Ahora.”

“¿Adonde quieres llevarme?”

“Haremos un pequeño viaje, pero primero necesito que haga un pequeño corte en su mano izquierda.”

“¿Quieres mi sangre?” Dijo Harry, sorprendido.

“Siento mucho tener que pedirsela, pero es necesario, para que yo pueda llevarla conmigo.”

“¿Donde me llevarás?”

“No puedo revelarle nuestra destinación ahora. Solo le pido que confie en mi.”

“Sabes bien que lo hago, Dobby.”

“Si no lo creyera no estaría aqui. De esta fe, que yo agradezco profundamente, dependen muchas mas cosas de la que usted imagina.”

Sin mas, Harry se practicó un pequeño corte en el palmo de la mano con el cuchillo que le regaló Sirius, extendió la mano ensangrentada y Dobby la cubrió con la suya.

Las palmas se unieron y para el asombro de Harry, algo tomó forma entre sus manos unidas. La mirada de Dobby cambió de repente y él se dio cuenta que estaba llorando.

Sin haber tenido el tiempo de sorprenderse por la emotividad de su pequeño amigo, repentinamente, Harry sintió un mareo, cerró los ojos y hizo el amago de agarrarse a la mesa que estaba cerca de el con la mano que le quedaba libre. Pero cuando la extendió, la mesa no estaba mas.

Ni tampoco su cuarto.



HOGWARTS

Minerva McGonagall se encontraba sentada detras del escritorio que por muchos años fue ocupado por Albus Dumbledore, cuya presencia seguía llenando todo el lugar. El retrato del ahora fallecido director del colegio se encontraba frente a ella, durmiendo placidamente en un elegante sillón de cuero. La mujer aun no podía acostumbrarse a la idea de que hubiera fallecido de esa manera.

Una enorme responsabilidad cayó sobre sus hombros a la muerte del director, y no estaba segura de poder enfrentar todo lo que vendría de ahí en adelante. Los padres de los alumnos no dejarían que sus hijos volvieran a Hogwarts. La muerte de Dumbledore sembró el pánico entre todos ellos. Si el gran hechichero no fue capaz de preveer lo que el enemigo estaba tramando practicamente debajo de sus narices ¿como podrían confiarle la vida de sus hijos?

Escuchó un golpe seco y giró la cabeza para descubrir la fuente del ruido. Se sorprendió al reconocer a Hedwig, abrió la ventana y la dejó entrar, examinandola con cuidado en busca de algun mensaje. Pero no encontró nada. La lechuza abrió sus alas, nerviosa, picando el palmo de su mano. Minerva McGonagall entendió de inmediato que no se trataba de una buena señal.

Tomó un puñado de polvo flu y entró sin mas en la chimenea. – “¡GRIMMAULD PLACE NUMERO DOCE!”

Apareció en el salón de la residencia Black un instante después. Lupin y Moody se sobresaltaron al verla.

Minerva... ¿que...? Dijo Lupin, acercándose.

“Hedwig llegó hasta mi ventana hace un momento, no llevaba ningun mensaje y se veía bastante nerviosa. ¿Que fue lo último que supieron sobre Harry?”

“Hablé con Arabella Figg esta mañana; dice que estuvo vigilando la casa por todo este tiempo y aun que no volvio a ver a Harry en las últimas semanas, no detectó la presencia ni de mortifagos, ni de buhos. Nada de nada. Se que es raro que se quede tanto tiempo sin escribir, pero pensé que tal vez necesitaba estar solo.”

“Está pasando algo raro. No es normal que Potter se quede tanto tiempo aislado, sin salir a la calle. No me gusta. Acompañenme, por favor, quiero asegurarme que todo esté bien.”



Los tres aurores aparecieron en la calle oscura vestidos con ropa negra, se acercaron al Privet Drive n 4 mirando ansiosamente hacia la ventana de Harry Potter. La luz estaba apagada y Pigweon revoloteaba cerca de la ventana cerrada, notablemente excitado.

Moody tocó violentemente la puerta y algunos segundos después, la puerta se abrió dejando entrever el rostro asustado de la señora Petunia Dursley. “Buenas... t..noches.”

Dudley corrió a esconderse en su cuarto y Vernon se paró a lado de su mujer, con los brazos cruzados y los ojos fijos en el ojo mágico de Moody.

Lupin se sorprendió ante la actitud pasiva de los Dursley. Le pareció evidente que esperaban su visita, aun así decidió conservar la calma. “No parece sorprendidos de vernos.”

Ella se hizo a un lado para dejarlos pasar. Indicó la escalera que llevaba al cuarto de Harry.“Imaginé que vendrían, les aseguro que hicimos todo lo posible... pero él no quiso...”

“¿A que se refiere ¿QUE PASÓ CON HARRY?” Rugió Moody

Petunia se escondió detras de su marido. “Harry no quiso contarnos lo que lo tuvo asi todo este tiempo. Estuve tocando a su puerta por mas de tres horas para llevarle la bandeja con la comida y no me contestó.”

“¿Accaso no lo dejan comer con ustedes?” Aumentando exponencialmente el volumen de su voz, Moody puntó el ojo mágico sobre ella y Vernon.

Petunia pegó un grito y se alejó, subiendo mas a prisa por la escalera. “Desde que regresó de la escuela estuvo encerrado en su cuarto y salió solo para ir al baño. Se ha negado a comer y a hablar, pero se lo juro, cociné lo que mas le gustaba para hacer que reaccionara, pero no ha querído probar bocado. Se ve enfermo y pálido... no tenemos la culpa de eso.”

Ella se detuvo frente a la puerta y tocó. “Harry... tienes visitas.”

No hubo respuesta.

“¡HARRY!” Rugió Vernon. “¡Tu gente vino a buscarte!”

“¿Harry? ¡Nos estás asustando!”

Moody examinó la puerta “Es inútil, Remus... ¡Harry no está ahi!” Alarmado, Lupin sacó la varita magica del bolsillo y la puntó hacía la puerta. - “¡Alohmora!”

La puerta se abrió enseguida, pero lo que vieron les heló la sangre en las venas. Parecía que un huracán hubiera destrozado el cuarto. Todo estaba hecho pedazos. Sobras de comida por doquier, el baúl abierto y los libros esparcidos en el piso. En el marco de la ventana estaban cuatro rollos de pergamino sin abrir.

La capa de invisibilidad se encontraba abandonada a los pies de la cama. Lupin corrió hacia ella y la levantó. Era sagrada para Harry , verla tirada ahí lo convenció de que debía haber pasado algo muy grave, en ese cuarto. Sin embargo la sangre le llegó a los pies, cuando levantó el preciado indumento y se dió cuenta que debajo de ella se encontraba.... la varita del muchacho.

Lupin la levantó enseñandola a los demas. Moody y Minerva Mcgonagall palidecieron al darse cuenta de lo que eso significaba. En ese momento Remus vió algo que lo dejó sin habla: grandes manchas rojo oscuro salpicaban el piso y el escritorio de Harry.

“!SANGRE!” Gimió Petunia. “P...pero... ¿que pasó aqui?”

“¡Alguien atravesó la barrera que protegia Harry y lo secuestró!” Apretó mas fuerte la varita de Harry y la observó como si pudiera revelarle la verdad. “Sin su unica arma de defensa, se encuentra totalmente vulnerable.”

“Está herido... tal vez esté..”

“¡NO!” - Moody sacó su varita y la agitó frente a los tios de Harry que temblaban de pies a cabeza. - “No limpien el cuarto ni toquen nada. Volveremos muy pronto.. ¡y con refuerzos!” Ellos se limitaron a asentir, asustados.

“¡Lupin! ¡Convoca el Orden del Fenix y pide a Ronald Weasley que convoque el ED al completo ahora mismo! ¡no hay tiempo que perder!” - Los tres desaparecieron con un estruendoso ¡CRACK!

Petunia Dursley se alejó retrocediendo lentamente, la mirada fija en las manchas de sangre sobre el piso.




................Continuará.......................


Última edición por Roma el Lun 17 Mar 2008 - 20:01, editado 2 veces

Roma
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Mensaje por Roma Lun 17 Mar 2008 - 19:36

Cap 2
El Rey sin Corona


Fue una visión tan extraordinaria que en un momento, todos los detalles brillaron ante sus ojos. Se encontraban en el interior de un antiguo castillo de época medieval. Las antorchas iluminaban las paredes de piedra y algunos preciosos tapices. Por doquier, colgados en las paredes, se encontraban algunos escudos que representaban una fenix dorada con alas abiertas sobre un fondo azul.

Miró el elfo domestico que seguía apretando fuerte su mano, sonriendo extasiado.
“Sabia que era usted... lo sabía.”

“Me conoces hace tiempo, Sabes bien quien soy.” Dijo él, confundido.

“Harry Potter representa muchisimo mas para Dobby ahora. Aun que no lo crea, mi vida y la suya están estrictamente ligadas.”

“¿Quien soy yo, Dobby?”

Gruesas lagrimas salieron de sus grandes ojos, y el elfo apretó fuerte el misterioso objeto entre los dedos. - “El Salvador que mi pueblo estuvo esperando por siglos.”

“Si te refieres a la profecía que habla de Voldemort y de mi...”

“No. Hablo de la profecía que por fin abrió nuevamente el camino a Oesed, y a mi redención. Tal vez el camino hacia la libertad de mi pueblo esté cerca.”

“Tu.... ¿redención?”

“Ese objeto es la prueba de que nuestro viaje ya empezó.” Abrió la mano, y ante sus ojos apareció lo que parecía ser la mitad de un medallon muy antiguo, con extrañas inscripciones grabadas en un idioma que Harry desconocía. Sea bienvenido a Oesed, señor. Ciudad de antiguo esplendor. Ese lugar... y el Myrddin la estuvieron esperando por mucho tiempo.”

“Ese medallon salió.... ¿de tu mano?”

“El Myrddin fue evocado por la sangre del Salvador al que fue destinado.”

“Pero... de quien fué. ¿Por qué me lo estas entregando?”

“Ese objeto perteneció a un rey que a pesar de tenerlo todo, no supo valorar lo que verdaderamente contaba. Una familia, amigos leales, y la felicidad y el bienestar de su pueblo.....”

Harry lo interrumpió, sin entender adonde lo llevaria todo eso. - “¿Quieres contarme una historia para dormir, Dobby?”

El elfo lo fulminó con la mirada indicando su ropa desaliñada y su deplorable apariencia.“¿No durmió usted lo suficiente, señor Potter?”

Harry se ruborizó ante el comentario y aun que un poco sorprendido por la nueva actitud del elfo, dijo: “Disculpa. Continúa, por favor.”

“Como estaba diciendo. El rey era muy poderoso y amaba rodearse de aduladores que alimentaran su vanidad. Solo un hombre, en la corte, osaba hablarle con la verdad: un brujo que él conoció en su niñez, mucho antes de que el poder corrompiera su alma, y que lo quería como un hijo. Era el brujo mas poderoso que existiera en el mundo y aceptó quedarse a su lado como consejero, preocupado para la suerte del muchacho que tenía que cargar el peso de una nación sobre sus hombros. Sin embargo, convertido en adulto el soberano cambió profundamente. Ambicioso, encontró la manera de utilizar los conocimientos del hechichero para alimentar el miedo de sus enemigos y controlar los que se decían sus amigos... pero un dia, el rey creyó descubrir la fuente de poder del poderoso brujo y... lo traiccionó.

“¿El rey robó el medallón?”

“Lo hizo. Pero el Myrddin no era lo que el rey creía, era un amuleto muy poderoso, canalizaba la gran mayoría del poder mágico de la raza elfica. Proporcionaba a quien lo poseyera un poder practicamente ilimitado y por eso podía ser llevado solo por un ser de alma noble, insensible a los halagos de poder. El afecto hacia el joven rey lo cegó tanto da no permitirle ver que ya no era digno de su confianza. Debía ser llevado para hacer el bién y usado solo en caso de estricta necesidad. El brujo lo forjó para la protección del rey y de su raza.”

“Su estirpe... querrás decir.”

“No. Me refiero a la noble estirpe de los elfos.”

Harry dio un respingo. “Los elfos... Hermione una vez me dijo, que poseían un potenciál mágico superior a los de qualquier mago. ¿¡El brujo debía ser excepcionalmente poderoso para crear semejante objeto!”

“Así es, mi joven amigo. Cuando el hechizo que protegía el medallón se rompió, y el objeto se partió en dos. Con su actitud, el rey marcó su suerte y la de su gente. El brujo hechizó el espejo que alimentó la vanidad del rey para castigarlo. Él escondió la primera mitad del medallon en el reflejo con un poderoso hechizo y cuando el soberano quiso recuperarlo cegado por la sed de poder, Merlin dejó de confiar definitivamente en el malagradecido rey y no tuvo mas remedio que castigar su arrogancia.”

“¿MERLIN?”

“Así es. Descubrió el secreto de la Magia Élfica y a mi parecer fue eso lo que hizo que pasara a la historia como el brujo mas poderoso de todos los tiempos. Lastimosamente, no pudo encontrar ningun sucesor digno de transmitir su imensa sabiduria y llevó muchos de sus secretos a la tumba. El rey se acercó al espejo pero ese, lejos de dejarle ver su reflejo o el el amuleto perdido, le devolvió la imagen del pequeño monstruo arrugado en el que, desde ese instante, el y sus altaneros cortesanos se transformaron. Desde ese dia, todos ellos fueron reducidos en esclavitud, despojados de la gran mayoria de sus poderes mágicos, condenados a no tener memoria de lo que alguna vez fueron. Pero el castigo que él reservo para el rey.... fue mucho mas cruél.”

“¿Por qué?”

“El fue condenado a recordar. Y a reincarnarse una y otra vez, cargando el peso de haber sido el directo responsable de su desgracia y la de su gente. Un horrible golpe, para su orgullo.”

“Dobby... ¿donde quedó, la otra parte del medallon?”

“Merlin lo hechizó, para que se materializara una y otra vez en la palma de la mano del rey esclavo a lo largo de los siglos, en peremne recuerdo de lo que perdió a causa de su vanidad.

Harry observo la palma de la mano aun ensangrentada del pequeño elfo y lo miró como si le hubiera brotado otra cabeza. “Tu.... fuiste ¿un rey?”

Él asintió tristemente. “Un rey destinado a no recuperar jamás su poder, Merlin concedió una sola oportunidad para que el maleficio pudiera romperse: solo el Salvador podría recuperar el Myrddin, y usarlo para rescatar la perdida ciudad de Oesed, desierta hace siglos, y con ella su pueblo, ahora esclavo y errante por el mundo mágico.”

- Hermione enloquecería de felicidad, si lo supiera. - Pensó Harry, aun aturdido. “Y como puedo recuperarlo Dob... Su majestad... ya no se ni como llamarte.”

“He olvidado mi nombre, mi joven amigo. Sigue llamándome como siempre lo has hecho. Ahora no es importante recordar quien fuí, es preciso que encuentres la manera de rescatar al Myrddyn para poder rescatar a mi gente... y la tuya. Ese medallón te proporcionará el poder y la sabiduría que necesitarás para vencer el señor oscuro.

“Tendrá un poder que él desconoce...” Recordó Harry. “Conoces la profecía.”

“La conozco. Y como puede ver, liga su destino al el Que No Debe Ser Nombrado y cobra mas sentido ahora. La magia que encierra estaba destinada a usted, joven guerrero. Pero devo advertirla: el espejo puede halagar la vanidad de quien se refleja en él confundir la mente distrayéndola de su principal misión.”

“¿No será, acaso. El espejo que encontré en mi primer año en Hogwarts? Como es posible... ¿quien..?”

“Dumbledore lo llevó a Hogwarts para proteger la Piedra. No se como supo de su existencia. Un dia vine a buscar al joven Draco por encargo de mi patron y la ví a usted, señor Potter. Supe quien era de inmediato y me atreví a seguirla hasta biblioteca y despues en el cuarto donde el director escondió el espejo. Lo observé por mucho tiempo y estuve presente cuando Dumbledore le avisó de que tenía que dejar de buscarlo, que muchos perdieron la razón ante el encanto de su reflejo. Me reconocí en esas palabras porque yo mismo perdí mi alma ante él.”

“¿Pero... como supiste donde encontrarlo?”

“El espejo es un objeto mágico excepcionalmente poderoso y el destino quiso que el predestinado lo encontrara cuando tenia solo 11 años. Tal vez Merlin lo hechizó para que, al reconocer en usted el futuro guerrero al que tendría que entregar la otra mitad del Myrddyn, pudiera materializarse aqui, en espera que la profecía se cumpliera.”

“Entiendo. ¿y donde se encuentra ahora?”

“Detras de ese tapiz.”

Harry se acercó lentamente y el espejo y vió el elegante marco de madera, leyó las misteriosas palabras grabadas en la parte superior, observó la polvorienta superficie tratando de enfocar todos sus pensamientos en lo que tenía que hacer.Sin embargo se permitió abandonarse a un momento de nostalgia, y su corazón una vez mas, ganó la partida. Con una punzada de dolor, vió aparecer dos siluetas a lado de la suya que poco a poco asumieron el aspecto de las personas que mas extrañaba: sus padres, Sirius y Dumbledore le sonreian del otro lado del cristal.

Harry recordó las palabras del anciano mago: “El espejo puede reflejar tus mas profundos deseos, pero no te proporciona ni la felicidad n la sabiduria.” Muchos hombres perdieron la razón ante él.”

Harry miró el anciano, como disculpandose por haber tenido ese momento de debilidad, y después a Sirius y sus padres, que lo observaban con una mezcla de felicidad y nostalgia que lo extremeció. - “Solo quería tener la oportunidad de decirles adios.” Acercó su mano al vidrio y cerró los ojos. En silencio, se despidió de ellos dejando que se convirtieran nuevamente en niebla.

Trató de concentrarse totalmente, absolutamente, en la razón por la que se encontraba ahí. Se dejó envolver por la atmosfera que lo rodeaba, tratando de evocar la imagen de la gente que un dia lejano habia poblado ese lugar. Cerró fuertemente los ojos y cuando los volvió a abrir descubrió que toda la superficie del espejo se encontraba envuelta por una cegadora luz blanca. Volteó hacia Dobby, que se encontraba a poca distancia de donde él se encontraba y para su sorpresa, descubrió que la luz del espejo no lograba alcanzarlo.“Acercate, por favor, Dobby.”

“No puedo, el espejo no es para mi.” Respondió el elfo, temoroso.

“Confie en mi, majestad.”

Dobby lloró, gratificándolo con una mirada agradecida que no necesitaba de otras palabras, y extendió una temblorosa mano que Harry apretó con fuerza. El muchacho lo miró dándole valor y giró la cabeza para poder observar el reflejo de su amigo a travéz del espejo.

Sonrió. Un hombre joven, alto, de orejas punteagudas y aristocraticas facciones, lo miraba del otro lado. Totalmente vestido de blanco. Una pequeña y luminosa corona de oro pálido, con una espléndida fenix dorada le adornaba la frente. Al cuello levaba una larga cadena de donde colgaba una especie de medialuna de oro. Harry agarró fuerte la mano del pequeño elfo que ahora se encontraba a su lado temblando como una hoja. El muchacho comprendió que el elfo domestico no podía ver lo que él veía. Dejandose llevar por su intuición Harry sacó el medallón de su bolsillo y lo acercó al cristal. El noble elfo en el espejo desabrochó la larga cadena dorada y se aproximó hacia él.

Cuando lo hizo, la superficie del espejo se volvió liquida y sus manos pudieron encontrarse. Las mitades del Myrddyn se juntaron y al tocarse, el mágico objeto se reconstituyó en todo su esplendor. La joya se balanceó por un momento, transmitiendo una extraña sensación de calor a sus dedos. Harry se dio cuenta que la mano que aun apretaba la suya ya no era arrugada y deforme, lucía lisa y blanca como la leche. Una manga de pura seda cubría delicadamente el brazo del joven elfo que ahora se encontraba parado a su lado.
“Imagino que desde hoy no podré llamarla Dobby, majestad.” Dijo Harry, sonriendo.”

“Agradezco infinitamente tu gesto, Harry. Solo alguien que hubiera deseado verme por como realmente era podía evocar mi antiguo reflejo. Gorad de Oesed era mi nombre, y así será que me llamarás de hoy en adelante.” - El elfo le devolvió la sonrisa - “Sin embargo,Merlin deseó que no recuperara jamas mi trono, y aun que mi corazón lo desee fuertemente, no puedo desafiar la voluntad del Gran Hechichero.”

Sacó la corona de su cabeza y la lanzó con fuerza contra el espejo, que fue engullida por el, desapareciendo para siempre. - Sabré agradecer lo que hiciste para mi gente y para mi, ensenándote a usar apropriadamente ese medallón que ahora te corresponde por derecho. No fue creado para mi... Merlin quiso que perteneciera a su verdadero heredero. No puedo pensar en alguien mas digno de tanto honor.” - Le entregó el medallón, que Harry recibió con reverencia.“Merlin te amaba como un hijo, estaría muy orgulloso de ver la persona en la que te convertiste, Gorad.” Dijo Harry.

“No tanto cuanto tu padre lo estaría de ti. Aprendí a conocerte bien y a valorar tu amistad mas que qualquier cosa. Morí y volví a a nacer esclavo mas veces de las que pueda contar, Harry, me enseñaron la lección a punta de golpes y humillaciones, por fin aprendí a valorar lo que perdí, y estoy dispuesto a luchar para recuperar lo poco o mucho que puede ser rescatado.” Contestó él, tristemente. El elfo sonrió y le entregó el Myrddyn. El objeto brilló en su mano y por primera vez, él pudo observarlo con mas atención. Sobre un resplandeciente zafiro central descansaba una fenix dorada magistralmente entallada. Misteriosas palabras grabadas en oro rodeaban el pesado medallón. - “Póntelo.”

Harry obedeció. Abrochando la pesada cadena a su cuello. Una sensación de calór lo invadió y miró al elfo, anonadado.

“No debes sorprenderte. El Myrddyn tiene su propia alma. Está absorbiendo tu esencia magica y soltará la suya propia para que tus nuevos poderes puedan desarrollarse en toda su potencialidad. El Myrddyn puede ser tocado solo por ti. A medida que pasará el tiempo, irá reduciendo su tamaño hasta que tu cuerpo lo absorba por completo. Cuando eso ocurrirá, él Myrddin será parte de ti.”

“Pero... ¿como aprenderé a usar esos nuevos poderes? ¿Como podré controllarlos?”

“Yo puedo ensenarte, mi joven amigo.”

“Entonces desde hoy, te llamaré maestro.” Dijo él, extendiendo la mano.

El elfo la apretó con fuerza, sellando así la alianza que cambiaría por siempre el destino de muchas vidas. Puso la mano en el hombro de aquel que acababa de convertirse en su discipulo.“Necesito que sepas algo, antes de que empezemos. Deberás quedarte por mucho, mucho tiempo y entrenar duramente. No podrás tener agun contacto con el mundo exterior, hasta que estés capacitado para controlar tus nuevos poderes.”

“Pero ¡mis amigos se preocuparán! A estas horas deben estar pensando que alguien me haya secuestrado.”

“Es posible, ya que en estos dias rechazaste hasta el menor contacto con ellos. De todas maneras ya es tarde para arrepentirse. Siento no habér pensado en dejarte escribir una nota de despedida. Te rapté sin dejar que te llevarás nada.”

“¡Mi varita!” Gritó Harry. “Como haré para...”

“No te hará falta. Tu mayor poder, desde hoy, descansará en tu propio cuerpo. Experimentarás algo que por ahora está mucho mas allá de tu comprensión. Ten fe, y deja que el poder del Myrddyn te guie, con su sabiduría.” - El elfo puso una mano sobre su corazón. – “Aquí está la llave... la luz que abrirá el camino en la oscuridad.”

Con un gesto, el elfo hizo aparecer una pequeña mesa repleta de comida y lo invitó a servirse, mientras el mismo tomaba lugar frente a él. El aroma que despedian las cazuelas humeantes hizo que Harry hiciera una mueca de disgusto. - “Come, Harry. El Myrddyn no logrará otorgarte sus poderes si el hambre te mata primero.”

Harry sonrió llenando su plato. Logró alimentarse muy poco, ya que su estomago, desacostumbrado a recibir alimentos, protestó. “No puedo comer mas. Lo siento.”

“Tomalo con calma. Comerás un poco mas todos los dias hasta lograr alimentarte bien. Seguirás mis ordenes al pie de la letra, aun que al principio no tengan sentido para ti. Mas duro entrenarás, antes volverás a ver a los tuyos. El encuentro final entre Bien y Mal se acerca. ¡Recuerda Harry! ¡no podrán ganar sin ti!”


....................Continuará.....................

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Cap 4 - El Obsequio del Rey Sin Corona - ATP Empty Re: Cap 4 - El Obsequio del Rey Sin Corona - ATP

Mensaje por Roma Lun 17 Mar 2008 - 19:41

CAP 3
El Niño Que Desapareció


Al morir Dumbledore, la Madriguera se convirtió en el nuevo cuartel de la Orden del Fenix. Nadie se sorprendió cuando Minerva McGonagall, Moody y Lupin se matrializaron en el comedor de los Weasley a la hora de la comida.

La señora Weasley se levantó de la mesa y los recibió con una sonrisa, sin percatarse del palór en las caras de los recién llegados. “Gracias, Molly, pero no estamos aqui para cenar. Se trata de Harry.”

Remus desplegó con cura la capa de la invisibilidad y dejó caer la varita mágica de Harry Potter sobre ella. El silencio envolvió la casa. Miles de posibilidades, una mas aterradora que la otra asomaron por la cabeza de todos los presentes.

“¿Que significa esto, profesor Lupin?” Carraspeó Ron.

“Hedwig llegó hasta la ventana de la profesora McGonagall, esta mañana. No llevaba ningun mensaje, pero se veia muy agitada. Minerva nos informó de inmediato y juntos decidimos buscar a Harry en la casa de sus tios pero cuando llegamos... todo su cuarto estaba hecho añicos y de él no encontramos rastro... a parte...”

“¿....QUÉ?”

“Manchas de sangre en el alfombra y sobre la mesa. Todas sus cosas esparcidas por el piso, parecía que en el cuarto hubiera pasado un huracán. Sus tios dicen que estuvo así desde que regresó de Hogwarts. No comió, no durmió y no salió de su cuarto. Nadie notó movimientos extraños alrededor de la casa. El correo estaba fuera de la ventana, sin abrir.”

“¿Donde está Hedwig?”

“La envié a que llevara una carta para la señorita Granger. Debería llegar en cualquier momento, con todos los miembros del ED que pueda contactar. Necesitaremos de toda la ayuda posible .” Contestó la mujer.

¡CRACK¡

Hermione, Luna, Neville, Seamus y Parvati aparecieron frente a ellos; seguidos muy de cerca por Tonks, Mundungus, Bill y Charlie.

Moody hizo un rápido resumen de lo ocurrido y después de habér empacado unos cuartos detectores oscuros propuso volver a examinar el cuarto de Harry. Cuando llegaron ahí, los Dursley aceptaron con mudo terror a la llegada de tanta gente extraña frente a la puerta de su casa. Se apresuraron a permitirles el ingreso al cuarto de Harry, preocupados a la idea de que algun vecino pudiera darse cuenta de la presencia de “esa gente”.

Todo fue examinado de cabo a rabo. El orden y la organización no eran virtudes que caraterizaran el muchacho, pero el abandono en el que se encontraba el cuarto dejaba entender que el muchacho padeció una profunda depresión. Un sentimento de culpabilidad se insinuó en la conciencia de todos los presentes. No debieron permitir que enfrentara los últimos acontecimientos aislándose como lo hizo.

Moody reaccionó primero, examinó los hechos tejiendo como él solo sabía una explicación probable a lo que podía haber ocurrido. – “ Todos sabemos que Albus Dumbledore protegió esta casa con hechizos antiaparición. Nadie ¡ni los propios mortifagos pudieron aparecerse aqui y penetrar la defensa que protege esta casa! Solo una fuerza muy poderosa pudo quebrar esta barrera... y no puedo imaginar como ocurrió, se suponia que ni el mismo señor oscuro podría entrar en esta casa.”

Miró a los demas, para asegurarse de que lo escucharan atentamente. Nadie tuvo el valor de hablar, asustados frente a la posible implicación de sus palabras. - “Las extrañas salpicaduras de sangre seca en el piso, indican que alguien debería haberle producido una profunda herida poco antes de desmaterializarse junto a él. Por colmo de males, sin su varita mágica, se encuentra totalmente desprotegido.”

Hermione protestó: - Pero si pudieramos detectar qual fue el ultimo hechizo que se produjo en este cuarto, tal vez tendríamos un indicio sobre el paradero de Harry.” Sugirió.

“Brillante como siempre, señorita Granger. Ya lo hice, y lamento decirle que lamentablemente él que produjo este hechizo se encargó tambien de hacerlo indetectable.”

“Pero.. ¡creí que eso era imposible!”

“Lo sería para cualquier brujo normal... pero parece evidente que nos encontramos frente a algo que ni el mismo Dumbledore sabría explicar. Si debo ser franco, señores, creo muy improbable que nuestro señor Potter siga vivo.”

Molly sollozó y dejó el cuarto. Ron se le enfrentó, fuera de si: “¡NO ESTÁ MUERTO! ASÍ QUE NO HABLE DE ÉL COMO SI LO FUERA!”

“¡Tranquilizate, Ron!” - Dijo Arthur. – “Las pruebas que encontramos hasta ahora no son muy alentadoras. Alastor solo trata de ayudar.”

“¡No le ayudará que lo creyamos muerto! ¡no lo creeré hasta que no vea su cuerpo! ¡Sobrevivió a Tu Sabes Quien mas veces de la que pueda contar! ¡ES EL ELEGIDO! ¡NO PUEDE HABERSE ESFUMADO EN EL AIRE! ¡NO LO CREO! ¿QUE HAREMOS AHORA?”

“Ron, dejarnos llevar por el pánico no nos ayudará.” Dijo Lupin.

“¡Es que no entiende! ¿De donde empezaremos a busqueda?”

“¡HEDWIG!” Gritó Ginny.

“¿Que?”

“Tal vez sea una idea tonta... Pero podríamos enviarle una carta. Si la lechuza volverá sin ella querrá decir que sigue vivo... tal vez Harry la utilizará para enviarnos alguna señal de ayuda. Podemos intentar.” Dijo, decidida.

“Es una buena idea, Ginny. Mientras, organizaremo un plan de busqueda.” Aprobó Arthur.
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En los dias que siguieron la noticia de la desaparición del Niño que Vivió se esparció como la polvora en el Mundo Mágico. El pánico creció exponencialmente en e alma de todos. Si el fallecimiento de Dumbledore dejó un vacío dificil le llenar, la desaparición de Harry Potter convenció el mundo mágico que no existía esperanza alguna de vencer el Mal.

Aun que muy poca gente conocía el real contenido de la profecía que ligaba el destino de Harry al Señor Oscuro, todo el mundo tenía la secreta esperanza que ese muchacho estaría predestinado a salvarlos. Sin él, la esperanza dejó de existir.

Eso pensaron - sin atreverse a decirlo en voz alta, todos sus amigos - ya que Hedwig no regresó el dia despues, ni en los que siguieron. El Orden del Fenix siguió buscandolo tercamente, contra toda razón y logica, pero no quedaba rastro del muchacho.
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Sin embargo, algunos dias después, ocurrió algo que encendió nuevamente sus esperanzas: Draco Malfoy fue encontrado, inconciente y muy malherido, en el Callejón Diagon. Su ropa llevaba rastros de Poción Multijugos, y eso llevó a pensar que alguien debió ayudarlo a escapar de Voldemort, bajo falsa identidad.

Ron y Hermione recordaron que Harry les dijo algo con respecto al Sylterin. Voldemort ordenó que fuera el mismo Draco el que matara a Dumbledore como prueba de su lealtad hacia él, seguramente bajo la amenaza de asesinar a su madre y su padre que se encontraba encerrado en Azkaban. Draco cumplió con su parte del trato al permitir que los mortifagos ingresaran en Hogwarts pero al final, le faltó valór para asesinar al Director.

Voldemort no otorgaba segundas oportunidades. A nadie. Los Aurores no permitirían que uno de sus seguidores acabara con un testigo tan importante. Aun que la mitad de ellos lo detestara profundamente y no perdonara su traicción, no podían dejar de reconocer que solo era un muchacho y como tal debía ser protegido. Así fue que la Orden organizó turnos de vigilancia continua en su cuarto. Si Voldemort tenía algo que ver con el secuestro de Harry, Draco podria saber algo. Un detalle, por muy insignificante que fuera, podría hacer la diferencia entre la vida y la muerte de su amigo.

No llegaron noticias de atentados en las últimas semanas, pero los miembros de la Orden del Fenix sabían demasiado bien que eso no podia ser una buena señal. Si Voldemort y sus mortifagos no tenían nada que ver con lo que le pasó a Harry, tal vez quería decir que todas las fuerzas del Señor Oscuro estaban puestas en encontrarlo antes que sus amigos.
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Hogwarts no volvió a abrir sus puertas, ya que los familiares de los estudiantes estaban mas asustados que nunca y no quisieron separarse de sus hijos. La imagen de la Marca Tenebrosa sobre el cielo de Hogwarts decretó el final de la escuela de Magia, pero a pesar de eso no logró que el E.D. dejara de existir.

Ginny, Hermione, Neville y Ron se encargaron de tomar el mando del grupo de entrenamiento convocando las reuniones en la Madriguera. Se empeñaron en esa misión con la fuerza que proporciona solo la desesperación, en honor a Harry. Jamás permitieron que se hablara de él al pasado, trataron de convencerse de que solo estaba ausente y que de alguna manera encontraría la manera de volver.

Hedwig volvió en un dia de lluvia, apareciendo en la ventana de la cocina. Cuando Molly Weasleay abrió la ventana y vió que la lechuza aun cargaba la carta que Ginny escribió, mojada por la lluvia, se hechó a llorar, paralizada por el horror.

Sus sollozos los golpearon como un balde de agua fria.

Desde ese dia Molly decretó un periodo de luto-sin-muerto que terminó quitando a los cuatro amigos lo poco de cordura que aun los mantenía de pie. Pero nadie se atrevió a criticar la actitud de mamá Weasley. Cada quien reaccionaba como podía frente al dolor, y era dificil dejar entrar la esperanza en tiempos como esos.
Los preparativos para la boda de Bill y Fleur se detuvieron debido a la ausencia de aquel que todos consideraban parte de la familia. ya que ni la misma novia tuvo valor para pensar en arreglos florales y cosas para el estilo.
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Algo inexplicable ocurrió el mismo dia en el que Harry Potter fue raptado: los elfos domesticos desaparecieron de todos los hogares del mundo mágico y de la misma Hogwarts. En un principio, muchos pensaron que esos seres – tan insignficantes para la mayoria de los magos que tan cruelmente los trataron – debieron aliarse a las filas del señor oscuro, pero en el medio del alboroto que desencadenó la desaparición del Niño Que Sobrevivió, nadie pareció extrañarlos demasiado.

El Bosque Prohibido se pobló de nuevos habitantes. Entre las ruinas de su antiguo hogar, ellos esperaron la llegada de su señor.

Invisibles fueron para el mundo de los magos, invisibles seguirían siendo de ahí en adelante; hasta que el Heredero, renaciendo a nueva vida, les devolviera el lugar que, por derecho, les correspondía.

Nadie podía imaginar que esos seres tendrían la clave para resolver el misterio del muchacho desaparecido. La maldición que los condenó a la esclavitud les prohibió recordar quien eran, pero recuperada su original apariencia y tambien la memoria de su glorioso pasado, comprendieron que el Myrddyn debió despertar a nueva vida.

El heredero de Merlín restablecería el equilibrio en el mundo mágico, tal como fue escrito. El dia estaba cerca. Muy cerca.

Vivieron por largo tiempo el mundo de los magos y conocían, como todos, la leyenda del “niño que sobrevivió” que todo el mundo buscaba tan desesperadamente. Sabían que solo el poder del Myrddyn sería capaz de generar una energia tan poderosa como la que se llevó al Niño Que Vivió.

Era tiempo que el Salvador tomara el lugar que le correspondía desde los tiempos de Merlin. No podrían interferir con lo que estaba ocurriendo ya que el mismo poder del Myrddyn no permitiria que nadie se interpusiera entre él y el Salvador, hasta que el mágico amuleto desprendiera todo su poder y el guerrero estuviera listo para emprender la batalla.

El poder que Voldemort desconocía: el secreto revelado por la poderosa magia élfica. Llegado el momento, el hechizo de protección que mantenía aislados discipulo y maestro en otra dimensión temporal se quebraría, los dos mundos se volverían uno, y el heredero de Merlín estaría listo para cumplir con su destino.


.......................Continuará......................

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Cap 4 - El Obsequio del Rey Sin Corona - ATP Empty Re: Cap 4 - El Obsequio del Rey Sin Corona - ATP

Mensaje por Roma Lun 17 Mar 2008 - 19:47

CAP 4
La Serpiente en la Guarida del León


Como era de prever, Draco subió un misterioso atentado mientras aun permanecía inconciente en el cuarto del San Mungo. La Orden del Fenix – a pesar de estar prevenida contra la familia Malfoy - decidió mobilitarse para transladar el muchacho a un lugar seguro. Necesitaban mas que nunca agarrarse a la última posibilidad y Draco podía ser el único capaz de llevarlos hacia el paradero de Harry.

Arthur Weasley regresó a casa interrumpiendo sopresivamente el entrenamiento del E.D. Al verlo, Ginny y los gemelos se paralizaron a mitad de un hechizo. - “¿Alguna noticia de Harry?”

Arthur sacudió la cabeza y rehuyó la mirada de su hija menor, incapaz de enfrentar la evidente decepción en sus ojos. - “Aun no. Pero acaba de pasar algo nuevo. Uno de los alumnos de slyterin fue encontrado en Nocturn Alley esta noche, gravemente herido.”

Para entonces totalmente seguro de haber obtenido la atención de todos los presentes, Arthur continuó: “Alastor Moody lo transladó en gran secreto y vino a verme. El Ministerio cree que el prisionero fue raptado por los mortifagos, pero la verdad es que Moody y yo lo llevamos con nosotros... es necesario que permanezca aquí para su protección.”

Fred lo miró, sospechoso. – “ ¿De quien se trata?”

Arthur lo interrumpió: - “Antes de que digan nada... se trata de un compañero de Hogwarts. No necesito recordarles lo que Dumbledore dijo con respecto a la hermandad entre Casas rivales. Es el momento de demostrar que escucharon sus palabras.”

“¡Quien es! ¡por Merlín!”

Arthur se ruborizó hasta el borde del pelo y declaró. - “Hemm.... Draco Malfoy.”

Por un instante, todos los presentes miraron el hombre como si le hubieran brotado dos cabezas.

Ron explotó. - “ ¿QUÉ? ¿MALFOY AQUÍ? ¿No fueron capaces de encontrar el menor rastro de Harry y nos llevan a Malfoy como premio de consuelo?”

Molly intervino y lo miró severamente. “Cuida tus palabras, Ron. Draco es tal vez el único que pueda darnos una pista sobre el paradero de Harry. Piensalo. Cabe la posibilidad que esté en manos de... de... El Que No Debe Ser Nombrado.”

Ron la miró por algunos instantes y pareció calmarse considerando esa posibilidad. Contestó, despectivamente. “¡Ni crean que dormirá en mi cama!”

“Dormirá en el cuarto de los gemelos.” – Contestó Molly y después, mirando a sus hijos. – “No se quejen, ustedes no duermen ahí desde mas de un año.”

Eso acabó con la discusión. Cuando Arthur, con un golpe de varita hizo que Draco apareciera en el medio del cuarto desarrapado, sucio y cubierto de sangre. Los chicos enmudecieron por la sorpresa. Draco fue transportado – por medio de un hechizo levitador - hasta el piso de arriba.

Así fue que Draco Malfoy ocupó el antiguo cuarto de los gemelos. Molly lo acudió como hubiera hecho con cualquiera de sus hijos. Su apariencia desaliñada, el pelo sucio y alborotado y la manera en que fue encontrado, como si acabara de ser escupido por la tierra despertaron la piedad y el instinto maternal de la señora Weasley.

Las heridas del muchacho - medio escondidas debajo de las vendas - aun estaban empapadas de sangre engrumecida. Molly arregló la vieja cama con sabanas limpias y muchas colchas y arropó al rubio, ante la mirada perpleja de los gemelos.

“¿Por qué pones tanto esmero en cuidar de alguien que no lo merece?” Dijo George, sin poder contenerse.

Ella se detuvo por un instante y lo miró, serena: - “Tal vez alguna mujer estaría curando las heridas de Harry, en algun lugar.”

“Pero... mamá..”

“Es mi deber cuidar de ese muchacho... no pretendo que entiendas mis sentimientos. Solo otra mujer podría.”

“¿Por qué no intentas de explicarmelo?”

“Pienso en la madre que en este momento estará como loca preguntandose que le paso a su hijo, tiene la edad de Ron... y de Harry, y necesita ayuda. Eso es suficiente... para mi.” – Cortó Molly. – “Si tienes problemas con eso, lo siento mucho.”

George resopló y abandonó el cuarto.
............
Draco abrió los ojos totalmente convencido de haber escapado de una prisión para caer en el infierno. Las manchas de humedad en el techo, las viejas sabanas descoloridas y el cubrecama marron tejido en lana gruesa fueron solo el primer indicio...

No se encontraba mas en su celda: en el lugar donde fue obligado a quedarse al salir de Hogwarts, sus carceleros no fueron tan generosos como para concederle el privilegio de dormir sobre un colchon... Tampoco se encontraba en un lugar familiar. Era el cuarto mas horrible que hubiera visto jamás. Con rastros de quemaduras en cada destartalado mueble.

Draco se levantó, puntando los codos ¿qué diablos...?

Gimió de dolor. La herida quemaba como el infierno y el dolor se transmitió a cada una de sus terminaciones nerviosas desde la cintura hacia arriba, despertando musculos de los que jamás supuso la existencia.

Sus piernas parecían no pertenecerle y se dio cuenta – con un estremecimiento de terror – que no podía moverlas.

:::::: Debe tratarse de algun hechizo paralizador:::::: Se dijo, intentando recuperar el control de sus emociones.

A pesar de eso, no pudo exigir mas de lo que su cuerpo exausto estaba dispuesto a ofrecer. Sobrevivió al infierno y ahora su alma destrozada pedía un poco de paz... y descanso.

Se dejó caer entre las sabanas y cerró los ojos, tratando desesperadamente de contener las lagrimas que puñaban por salir. En cualquier momento, sus nuevos carceleros entrarían por esa puerta y lo verían en ese estado... y todo empezaría otra vez.

La idea de morir en ese mismo instante le pareció mucho mas actractiva que la aterradora perspectiva de ser torturado nuevamente.

Y lo peor fue darse cuenta de que todo eso se desencadenó por culpa de su propia estupidez y el infierno lo engulló... dejandolo sin esperanzas.
................
Cuando Draco despertó, todo el mundo corrió hacia su cuarto. Los chicos experimentaron sentimientos encontrados al verlo, sin saber si compadecerlo por haberse convertido en el ex mortifago mas buscado en la lista del Señor Oscuro, u odiarlo por seguír ahí mientras su mejor amigo seguía desaparecido.

El despertar fue extremadamente doloroso para el sylterin. Sus heridas no sanaban y madame Pomfrey dijo que era muy improbable que algun dia llegaran a cerrarse del todo. Una gran cantidad de gente se reunió alrededor de su cama, ansiosos por recibír de él algun indicio que los llevara hasta Harry.

La cara de asco que puso al descubrir que se encontraba en un modesto cuarto adornado con pocos, sencillos muebles que habian conocido dia mejores, fue nada respecto a la expresión de espanto al enfocar la cara regordeta de la señora Weasley y demas miembros de la familia, reunida alrededor de su cama. Debió creer que estaba muerto y acababa de llabar al infierno.

“Hola Draco.” Dijo amablemente el señor Weasley. “Me alegra que te sientas mejor.”

“Donde... ¿Qué...?”

Fred dijo pomposamente: . “El Comité Weasley al gran completo le dá la bienvenida en su humilde demora, señor Malfoy. Esperamos que su permanencia en nuestras instalaciones sea tan desagradable para usted como para nosotros.”

“Por favor, no es el momento.” Cortó el señor Weasley. – “Te encuentras en la madriguera, hijo. Esta es mi casa.”

Ron concluyó, con una punta de sarcasmo. – “Por lo que sabemos, es la única casa que tendrás por ahora, ya que tu preciosa mansion segun parece fue recientemente elegida como el nuevo cuartél general de la Voldemort & Co.”

“¡COMO SABEN ESO!¿Y mi madre? ¿Qué pasó con ella?” - Draco se levantó de repente, mareado. “¿Quien me sacó de... casa Riddle?”

“No sabemos. Alastor Moody te encontró en Diagon Alley, tu ropa estaba empapada de Poción Multijugos. Alguien debíó sacarte de ahí haciendo que bebieras la poción y dejando creer a los mortifagos que eras alguien mas.”

“Que te hicieron.... ¿Por qué te encuentras en este estado?” Preguntó Lupin.

“El Señor Oscuro me perdonó la vida porque logré abrir el aceso a Hogwarts, pero no cumplí con sus expectativas hasta el final. Dijo que algo de tortura me volvería - segun dijo - mas dócil. Pude hacer todo lo que me pidieron, sepultarme vivo por casi un año en el maldito cuarto de las necesidades y arreglar el armario para permitirles el acceso a la escuela. Lo convencí de que no pedía nada mas a la vida que asesinar a Dumbledore y remplazar el lugar que mi padre dejó vacante. Pero cuando llegó el momento no pude levantar mi varita contra un anciano enfermo y desarmado que seguía repitiendome que no era un asesino. Ustedes tal vez no querrán creerlo...”

“Harry nos contó exactamente lo que pasó.” Dijo Ron, secamente.

Malfoy abrió mucho los ojos. - “Potter no estaba ahí... como pudo...”

“Estaba detras de ti, escondido debajo de su capa de invisibilidad. Dumbledore lo detuvo con un hechizo paralizante para que no interviniera.

Ron levantó la manga que cubria el brazo izquierdo de Malfoy antes que él pudiera reaccionar y lo soltó con un gesto de asco. - “El sospechó de ti desde principios de año, estaba convencido de que llevabas la marca oscura. Vió mucha gente entrando y saliendo del cuarto de las necesidades, pero nadie quiso creer que un chico de dieciseis años estaría dispuesto a unirse a los mortifagos.” – Dijo Ron – “Debí recordar que el instinto de Harry raramente se equiboca.”

Draco abrió la boca para rebatir pero los presentes lo taladrearon con la mirada. - “No me miren así. Cuando creces con un padre como el mio, terminas por creer que preservar la raza, el honór de la familia y perseguir la conquista del poder debe ser tu unica razón de vida. Pero.. cuando tuve en mis manos la posibilidad de cubrirme de gloria eliminando el único al que Él temía, me di cuenta de que no... no estaba interesado... muchas gracias.” –

Desenvolvió las vendas para enseñarles el brazo que llevaba una larga quemadura que se extendia desde la muñeca hasta el codo: la Marca Tenebrosa - borrada en la manera mas cruél – era aun visible en los pocos jirones de piel que sus torturadores dejaron intactos. Hermione ,Molly y Ginny se cubrieron la boca con las manos, horrorizadas.

Draco sonrió amargamente - “Es gracioso, desde que me marcó como un animal me pregunté si existia una manera de borrarla. Tal vez deba considerarme afortunado de seguir con vida. Mientras estaba cara a cara con él y empezaba a pensar que mi brazo no sería lo único que reduciría en cenizas, algo debe habér llamado su atención y postergado mi condena a muerte. Desde ese momento, me encerró en el sótano y se olvidó de mi.”

Por algun razón, este hecho no parecía causar ninguna gracia al orgulloso muchacho. Era curioso ver como – hasta en esa nefasta circunstancia - considerara un insulto el haber dejado de ser el centro de atención.

“¿No tienes idea de lo que pudo haber pasado?”

“¿Por qué suponen que colaboraré con ustedes?” Contestó Draco, despectivamente.

Fred lo apuntó con su varita y rugió: - “¡Porque de no ser así te devolveremos directamente donde fuiste encontrado! ¡El Señor oscuro no ama quedarse sin sus juguetes! ¡Estoy seguro de que serás un excelente pasatiempo, para él! ”

Malfoy miró fijamente la varita que hincaba la piel de su cuello, tragando saliva. - “Algo... o alguien que sus mortifagos estaban vigilando dia y noche, desapareció. Él no se veía muy feliz. Desde ese momento dejé de existir, para ellos.”

“Entonces ¿no sabes nada?” Fred alejó levemente la varita, cuidando de mantenerla a suficiente distancia como para representar una amenaza.

Malfoy pareció sinceramente perplejo por primera vez. - “Nada... ¿de qué?”

“Harry desapareció de su casa muggle hace dias, y todo indica que fue secuestrado. Despues te encontraron inconciente. Harry nos contó lo que pasó en Hogwarts. Si escapaste de la guarida Del Que No Debe Ser Nombrado, pensamos que tal vez podrias haberte enterado de algo... de la presencia de otro prisionero.”

Draco se encojió de hombros. -“Él que haya logrado secuestrar al Cara Rajada – dijo él con una mueca – debe habersele adelantado.”

Moody rugió: “¡No entiendo! Si él que lo raptó pertenece a las fuerzas del bien debería haberse manifestado ante nosotros de alguna manera... y si el secuestrador perteneciera al Señor Oscuro se lo hubiera entregado enseguida. Voldemort no hubiera resistido a la tentación de aparecerse aquí bailando sobre su cadaver.”

“¡ALASTOR!”

“Disculpa, Molly. Solo trato de ser realista.. y ya no se que pensar.”

Ella lo fulminó con la mirada. Considerando cerrado el argumento. - “No estás ayudando, y este muchacho necesita descansar.” Dijo la mujer, tajante. “Todo el mundo... ¡FUERA!”


Continuará.....................

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